martes, 10 de mayo de 2011

2º PLANO: ESTROFA DE LA XIV A LA XXIV




Aborda una serie de ejemplos concretos que confirmen el planteamiento general expuesto en las primeras estrofas. Manrique va a contar “casos tristes, llorosos “de los más renombrados varones de la Historia de Castilla, pero no la historia lejana, sino la inmediata, la que acaba de pasar y todavía está candente en la memoria del lector. El poeta prescinde totalmente del pasado remoto, que se ha convertido en algo sin emoción humana. Sigue amalgamando el encanto de la forma felicísima con la hondura de un pensamiento eterno. Jorge tenía a mano incontables veneros donde beber interpretación del vivir. Su auténtica originalidad, en verdadera e inconfundible personalidad está en haber expresado con sin igual fortuna lo que era prácticamente un lugar común de la Edad Media y, sobre todo, de la literatura ascética y aún de toda reflexión sobre la vida. Genial intuición de nuestro poeta que expresa sus profundas ideas con asombrosa naturalidad. Pocas veces unas palabras y un ritmo poético se han ceñido tan magistralmente a un pensamiento. Manrique rehuye todo rasgo patético y se expresa con viril y serena emoción, teñidas de nostalgia melancólica. La muerte gravita sobre todas las estrofas del poema, pero plañe con muy humanos y sosegados acentos.
“Vayamos a lo d‘ayer“, dice, a lo que acaba de suceder. El poema entra ahora en sus mas conseguidas y famosas estrofas, basándose en el UBI SUNT? de vieja tradición y notable empleo en el siglo XV.
Jorge Manrique ofrece una emocionada galería de personajes reales, individualizados, que con su orden jerárquico desfilan ante nuestros ojos, como lectores, como sombras de lo que fueron. Utiliza el recurso poético de la INTERROGACIÖN sin respuesta, para que la pasividad de los lectores se dinamice e inquiete. Pasan los personajes: el rey DON JUAN, los INFANTES DE ARAGÖN, la CORTE ENTERA como personaje colectivo, con sus damas, amadores, perfumes, bullicio, colorido- que tan bien conoce el cortesano Jorge Manrique-; luego ENRIQUE IV, el MALOGRADO PRÏNCIPE, DON ALFONSO, el poderoso y temido DON ALVARO DE LUNA y otros prohombres de CASTILLA, hasta las mismas HUESTES con sus PEONES amontonados en el anonimato :
¿Qué se hizo el rey DON JUAN? /// Qué se hicieron las damas
Los INFANTES de ARAGON /// Sus tocados y vestidos,
¿Qué se hicieron? /// Sus olores?
¿Qué fue de tanto galán, /// ¿Qué se hicieron las llamas
Qué de tanta invención /// De los fuegos encendidos
Que trajeron? /// De amadores?
¿Fueron sino devaneos, /// ¿Qué se hizo aquel trovar,
Qué fueron sin verduras /// Las músicas acordadas
De las eras, /// Que tañían?
Las justas y torneos, /// ¿Qué se hizo aquel danzar,
Paramentos, bordaduras /// Aquellas ropas chapadas
Y cimeras? ( 16 ) Que traían? ( 17 )

Pues el otro su heredero, /// Pues su hermano el inocente,
don Enrique, ¡qué poderes /// que en su vida sucesor
alcanzaba! /// le hicieron,
¡ Cuán blando, cuán halaguero/// ¡qué corte tan excelente
el mundo con sus placeres /// tuvo y cuánto gran señor
se le daba! /// le siguieron!
Más verás cuán enemigo, /// Mas, como fuese mortal,
cuán contrario, cuán cruel /// metióle la MUERTE luego
se le mostró; /// en su fragua.
habiéndole sido amigo, /// ¡ Oh, juicio divinal,
¡cuán poco duró con él /// cuando más ardía el fuego,
lo que le dio! ( 18 ) /// echaste agua! ( 20 )



Pues aquel CONDESTABLE, /// Y los otros dos hermanos,
Maestre que conocimos /// Maestres tan prosperados
Tan privados, /// Como reyes,
No cumple que de él se hable,/// Que a los grandes y medianos
Mas sólo cómo lo vimos, /// Trajeron tan sojuzgados
Degollado. /// A sus leyes;
Sus infinitos tesoros, /// Aquella prosperidad
Sus villas y sus lugares, /// Que en tan alto fue subida
Su mandar, /// Y ensalzada,
¿Qué le fueron sino lloros? /// ¿Qué fue sino claridad
¿Qué fueron sino pesares /// Que cuando más encendida
Al dejar? ( 21 ) /// Fue amatada? ( 22 )


Tantos duques excelentes, /// Las huestes innumerables,
Tantos marqueses y condes /// Los pendones, estandartes
Y varones /// Y banderas,
Como vimos tan potentes, /// Los castillos impugnables,
Di, MUERTE, ¿dó los escondes/// Los muros y baluartes
Y traspones? /// Y barreras
Y las sus claras hazañas /// La cava honda, chapada,
Que hicieron en las guerras /// O cualquier otro reparo,
Y en las paces, /// ¿Qué aprovecha?
Cuando tú, cruda , te ensañas,/// Cuando tú vienes airada,
Con tu fuerza las aterras /// Todo lo pasas de claro
Y deshaces. (23 ) /// Con tu flecha. ( 24 )

Fin del segundo plano.



2 comentarios:

  1. esta precioso y las imagenes igual manrique me gusta por que es hacer un cuadro tanto de la muerte como de la poca importancia que dan las cosas a su termino con la enfermedad sin ser manrique pasa igual que tambien lo dira en su libro tengo uno solo no se si daria mas son a la muerte del padre o algo asi y es como desnudar su mente , tu has puesto un pedazo , que quien te ve deberia de tener el libro tanto aquel creyente como descreido , el libro es interesante al maximo sus letras las dan cantar , me ha gustado

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  2. Un post maravilloso y didáctico. Un lujo leerte. Un abrazo.

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