domingo, 3 de julio de 2011

TERCER PLANO se extiende desde la copla XXV al final:



Jorge Manrique comienza con el elogio de su padre, destacando sus virtudes, sus méritos. Esta elegía tiene mucho de panegírico del muerto afamado; anteriormente han desfilado una galería de muertos destacados, que le han servido como planteamiento general del tema para plantearse el último desfile apoteósico de la presencia de su querido padre, DON RODRIGO MANRIQUE, que para Jorge y para nosotros nos sirve como ejemplo por excelencia del bien vivir y morir cristiano. Nos hace una corta biografía de su querido padre y elogiosamente lo compara con los varones antiguos dechados de virtudes:
Aquél de buenos abrigo,// Amigo de sus amigos,
Amado por virtuoso// ¡Qué señor para criados,
De la gente,// Y parientes!
El MAESTRE DON RODRIGO// ¡Qué enemigo de enemigos!
MANRIQUE, tanto famoso// ¡Qué maestro de esforzados
Y tan valiente;// Y valientes!
Sus hechos grandes y claros// ¡Qué seso para discretos!
No cumple que los alabe,// ¡Qué gracia para donosos!
Pues los vieron,// ¡Qué razón!
Ni los quiero hacer caros// ¡Qué benigno a los sujetos!
Pues que el mundo todo sabe// ¡A los bravos y dañosos,
Cuáles fueron. ( 25 )// Qué león! ( 26 )

En ventura Octaviano;// Antonio Pío en clemencia
Julio César// Del semblante;
En la virtud, Africano;// Adriano en elocuencia;
Anibal en el saber// Teodosio en humanidad
Y trabajar;// Y buen talante;
En bondad, un Trajano;// Aurelio Alejandro fue
Tito en liberalidad// En disciplina y rigor
Con alegría;// De la guerra;
En su brazo Aureliano;// Un Constantino en la fe,
Marco Atilio en la verdad// Camilo en el gran amor
Que prometía. ( 27 // De su tierra. ( 28 )


Sigue relatando las hazañas en su vida cortesana y bélica :

No dejó grandes tesoros,// Pues por su honra y estado,
Ni alcanzó muchas riquezas// En otros tiempos pasados,
Ni vajillas;// ¿Cómo se hubo?
Mas hizo guerra a los moros,// Quedando desamparado,
Ganando sus fortalezas// Con hermanos y criados,
Y sus villas;// Se sostuvo.
Y en las lides que venció,// Después que hechos famosos
Cuántos moros y caballos// Hizo en esta misma guerra
Se perdieron;// Que hacía,
Y en este oficio ganó// Que le dieron aun más tierra//
Que le dieron. ( 29 )// Que tenía. ( 30 )


Estas sus viejas historias// Y sus villas y sus tierras
Que con su brazo pintó// Ocupadas de tiranos
En juventud,// Las halló;
Con otras nuevas victorias// Mas por cercos y por guerras
Ahora las renovó// Y por fuerza de sus manos
En senectud.// Las cobró.
Por su grande habilidad,// Pues nuestro rey natural,
Por méritos y ancianía// Si de las obras que obró
Bien gastada,// Fue servido,
Alcanzó la dignidad// Dígalo el de Portugal
De la Gran Caballería// Y en Castilla quien siguió
De la Espada. ( 31 )// Su partido. ( 32 )


Después de puesta la vida
Tantas veces por su ley
Al tablero;
Después de tan bien servida
La corona de su rey
Verdadero;
Después de tanta hazaña
A que no puede bastar
Cuenta cierta,
En su villa de OCAÑA
Vino la MUERTE a llamar
A su puerta

En este momento precisamente, la MUERTE hace su presencia ante DON RODRIGO; para el Maestre de Santiago, morir es la CORONACIÖN DE SU VIDA VIRTUOSA Y HEROICA. La Señora se presenta cortésmente al Caballero en su VILLA DE OCAÑA; con él dialoga sin violencias y le exhorta a que acepte cristianamente su momento final:
DICIENDO : - “ Buen caballero,
dejad el mundo engañoso
y su halago;
VUESTRO CORAZÖN DE ACERO
MUESTRE SU ESFUERZO FAMOSO
EN ESTE TRAGO;
y pues de VIDA Y SALUD
hicisteis tan poca cuenta
por la FAMA,
ESFUËRCESE LA VIRTUD
para SUFRIR esta afrenta
que OS LLAMA. ( 34 )


“ No se os haga tan amarga
la batalla temerosa
que esperáis,
pues OTRA VIDA MÄS LARGA
de la FAMA GLORIOSA
acá dejáis,
( aunque esta VIDA DE HONOR
tampoco no es eternal
ni verdadera);
más, con todo, es MUY MEJOR
que la otra temporal
perecedera. ( 35 )


“ El VIVIR QUE ES PERDURABLE
no se gana con estados
mundanales,
ni con vida delectable
donde moran los pecados
infernales;
mas los buenos religiosos
gánanlo con oraciones
y con lloros;
los caballeros famosos,
con trabajos y aflicciones
contra moros. ( 36 )

“ Y pues vos , CLARO VARÖN,
tanta sangre derramastes
de paganos,
esperad el galardón
que en este mundo ganastes
por las manos;
y con esta CONFIANZA,
y con la FE tan entera
que tenéis,
PARTID CON BUENA ESPERANZA
que esta OTRA VIDA TERCERA
ganaréis . “ ( 37 )


El Maestre, rodeado de sus seres queridos y como consciente del paso trascendental, el CABALLERO entrega ejemplarmente su vida a DIOS, de tal forma que al tiempo que GANA LA VIDA CELESTIAL consigue la VIDA DE LA FAMA. Jorge Manrique ha ETERNIZADO a su PADRE por medio de estos sucesivos versos. Estamos contentos porque también nosotros hemos tenido el PROPÖSITO que se había trazado y nos HABÏAMOS TRAZADO : NUESTROS SERES QUERIDOS ENTREGARON SUS VIDAS AL CREADOR DE TAL FORMA, QUE AL TIEMPO QUE GANABAN LA VIDA CELESTIAL CONSIGUIERON LA VIDA DE HONOR Y DE PALABRA :
Sigue la buenas voluntades y se anima a contestar a la Señora de la vida :

“NO TENGAMOS TIEMPO YA// “TÚ, QUE, POR NUESTRA MALDAD,
EN ESTA VIDA MEZQUINA// TOMASTE FORMA SERVIL
POR TAL MODO,// Y BAJO NOMBRE;
QUE MI VOLUNTAD ESTÁ// TÚ, QUE A TU DIVINIDAD
CONFORME CON LA DIVINA// JUNTASTE COSA TAN VIL
PARA TODO;// COMO ES EL HOMBRE;
Y CONSIENTO EN MI MORIR// TÚ, QUE TAN GRANDESTORMENTOS
CON VOLUNTAD PLACENTERA,// SUFRISTE SIN RESISTENCIA
CLARA Y PURA,// EN TU PERSONA,
QUE QUERER HOMBRE VIVIR// NO POR MIS MERECIMIENTOS,
CUANDO DIOS QUIERE QUE MUERA,//MAS POR TU SOLA CLEMENCIA
ES LOCURA. ( 38 )// ME PERDONA. ( 39 )




ASÍ, CON TAL ENTENDER,
TODOS SENTIDOS HUMANOS
CONSERVADOS,
CERCADO DE SU MUJER
Y DE SUS HIJOS Y HERMANOS
Y CRIADOS,
DIO EL ALMA A QUIEN SE LA DIO
( EL CUAL LA PONGA EN EL CIELO
EN SU GLORIA ),
QUE AUNQUE LA VIDA PERDIÓ,
DEJÓNOS HARTO CONSUELO
SU MEMORIA. ( 40 )



Como colofón a nuestra intención de amor a nuestros mayores, en primer término, ABUELOS, PADRES Y MADRES más queridos y recordados, nos ayuda a entender este momento y su significado más trascendente con su soneto “AMOR CONSTANTE MÁS ALLÁ DE LA MUERTE” de Don Francisco de Quevedo y Villegas (1580-1645). Nuestro poeta viene a decirnos que la muerte podrá cerrarle los ojos y convertir sus huesos en cenizas, pero el fuego del amor traspasará la laguna Estigia y el río Leteo. Las almas, separadas de los cuerpos, atravesaban el río Leteo, en el que bebían las aguas del olvido. Pero el FUEGO DEL AMOR lo traspasará y gracias a esas llamas amorosas la muerte tendrá sentido. Podemos ver un Quevedo reflexivo, preocupado por su época y por los problemas del hombre. Como el maestro Manrique, la poesía de Quevedo desarrolla los temas del tiempo y de la muerte: el tiempo se convierte en un elemento destructor que reduce la vida a un instante (“Vivir es caminar breve jornada”). La muerte del cuerpo es inevitable y al nacer empezamos a morir (“antes que sepa andar el pie, se mueve/ camino de la muerte“). Semejantes convicciones provocan en Quevedo una profunda angustia vital; sin embargo, el poeta no entiende la muerte como un castigo individual, sino como una ley que afecta a todos los hombres. Su arraigado cristianismo le proporciona un punto de vista más consolador, ya que la muerte implica vida a su vez. Esto hace que, junto con la angustia, encontremos en sus versos una actitud de aceptación resignada de la muerte. Sus versos son tan originales que convierten a su autor en uno de los poetas más grandes de la poesía amorosa. En este célebre poema muestra un rasgo peculiar de la poesía amorosa de nuestro autor: la unión de los temas del amor, el tiempo y la muerte:
“CERRAR PODRÁ MIS OJOS LA POSTRERA
SOMBRA QUE ME LLEVARE EL BLANCO DÍA,
Y PODRÁ DESATAR ESTA ALMA MÍA
HORA A SU AFÁN ANSIOSO LISONJERA;


MAS NO, DESOTRA PARTE, EN LA RIBERA,
DEJARÁ LA MEMORIA, EN DONDE ARDÍA:
NADAR SABE MI LLAMA EL AGUA FRÍA,
Y PERDER EL RESPETO A LEY SEVERA.

ALMA A QUIEN TODO UN DIOS PRISIÓN HA SIDO,
VENAS QUE HUMOR A TANTO FUEGO HAN DADO,
MEDULAS QUE HAN GLORIOSAMENTE ARDIDO,


SU CUERPO DEJARÁ, NO SU CUIDADO;
SERÁN CENIZA, MÁS TENDRÁN SENTIDO;
POLVO SERÁN, MAS POLVO ENAMORADO.

Reflexión profunda en la que canta el triunfo del amor sobre la muerte. Nos hiela la sangre con sus meditaciones acerca del morir. Los mejores versos que aún estremecen al hombre del siglo XXI Pues hay amor más allá de la muerte : “ POLVO SERÁN, MAS POLVO ENAMORADO “. Palabras dedicadas a un ser querido, personaje real, en ideal pasión, donde concentra y caldea de humanidad su poesía amorosa.

Creemos que no hay mejor soneto como este que promete a su querido su amor más allá de la muerte, que calificamos como lo mejor de Quevedo y, tal vez, lo mejor de nuestra literatura y el mejor poeta del amor. Por excelencia, el más brillante y vital.

¿Cómo nos sentimos ante tanta deliberación, razonamiento, pensamiento, cavilación, meditación, consideración, ponderación, recapacitación, contemplación, introspección, intrahistoria, reflexión, intuspección…? Cada uno con sus ancestros: vida, vivencias, recuerdos y experiencias.
Evaristo B. Lozano
( Escrita 25 de abril al 10 de Mayo de 2.010 )



martes, 10 de mayo de 2011

2º PLANO: ESTROFA DE LA XIV A LA XXIV




Aborda una serie de ejemplos concretos que confirmen el planteamiento general expuesto en las primeras estrofas. Manrique va a contar “casos tristes, llorosos “de los más renombrados varones de la Historia de Castilla, pero no la historia lejana, sino la inmediata, la que acaba de pasar y todavía está candente en la memoria del lector. El poeta prescinde totalmente del pasado remoto, que se ha convertido en algo sin emoción humana. Sigue amalgamando el encanto de la forma felicísima con la hondura de un pensamiento eterno. Jorge tenía a mano incontables veneros donde beber interpretación del vivir. Su auténtica originalidad, en verdadera e inconfundible personalidad está en haber expresado con sin igual fortuna lo que era prácticamente un lugar común de la Edad Media y, sobre todo, de la literatura ascética y aún de toda reflexión sobre la vida. Genial intuición de nuestro poeta que expresa sus profundas ideas con asombrosa naturalidad. Pocas veces unas palabras y un ritmo poético se han ceñido tan magistralmente a un pensamiento. Manrique rehuye todo rasgo patético y se expresa con viril y serena emoción, teñidas de nostalgia melancólica. La muerte gravita sobre todas las estrofas del poema, pero plañe con muy humanos y sosegados acentos.
“Vayamos a lo d‘ayer“, dice, a lo que acaba de suceder. El poema entra ahora en sus mas conseguidas y famosas estrofas, basándose en el UBI SUNT? de vieja tradición y notable empleo en el siglo XV.
Jorge Manrique ofrece una emocionada galería de personajes reales, individualizados, que con su orden jerárquico desfilan ante nuestros ojos, como lectores, como sombras de lo que fueron. Utiliza el recurso poético de la INTERROGACIÖN sin respuesta, para que la pasividad de los lectores se dinamice e inquiete. Pasan los personajes: el rey DON JUAN, los INFANTES DE ARAGÖN, la CORTE ENTERA como personaje colectivo, con sus damas, amadores, perfumes, bullicio, colorido- que tan bien conoce el cortesano Jorge Manrique-; luego ENRIQUE IV, el MALOGRADO PRÏNCIPE, DON ALFONSO, el poderoso y temido DON ALVARO DE LUNA y otros prohombres de CASTILLA, hasta las mismas HUESTES con sus PEONES amontonados en el anonimato :
¿Qué se hizo el rey DON JUAN? /// Qué se hicieron las damas
Los INFANTES de ARAGON /// Sus tocados y vestidos,
¿Qué se hicieron? /// Sus olores?
¿Qué fue de tanto galán, /// ¿Qué se hicieron las llamas
Qué de tanta invención /// De los fuegos encendidos
Que trajeron? /// De amadores?
¿Fueron sino devaneos, /// ¿Qué se hizo aquel trovar,
Qué fueron sin verduras /// Las músicas acordadas
De las eras, /// Que tañían?
Las justas y torneos, /// ¿Qué se hizo aquel danzar,
Paramentos, bordaduras /// Aquellas ropas chapadas
Y cimeras? ( 16 ) Que traían? ( 17 )

Pues el otro su heredero, /// Pues su hermano el inocente,
don Enrique, ¡qué poderes /// que en su vida sucesor
alcanzaba! /// le hicieron,
¡ Cuán blando, cuán halaguero/// ¡qué corte tan excelente
el mundo con sus placeres /// tuvo y cuánto gran señor
se le daba! /// le siguieron!
Más verás cuán enemigo, /// Mas, como fuese mortal,
cuán contrario, cuán cruel /// metióle la MUERTE luego
se le mostró; /// en su fragua.
habiéndole sido amigo, /// ¡ Oh, juicio divinal,
¡cuán poco duró con él /// cuando más ardía el fuego,
lo que le dio! ( 18 ) /// echaste agua! ( 20 )



Pues aquel CONDESTABLE, /// Y los otros dos hermanos,
Maestre que conocimos /// Maestres tan prosperados
Tan privados, /// Como reyes,
No cumple que de él se hable,/// Que a los grandes y medianos
Mas sólo cómo lo vimos, /// Trajeron tan sojuzgados
Degollado. /// A sus leyes;
Sus infinitos tesoros, /// Aquella prosperidad
Sus villas y sus lugares, /// Que en tan alto fue subida
Su mandar, /// Y ensalzada,
¿Qué le fueron sino lloros? /// ¿Qué fue sino claridad
¿Qué fueron sino pesares /// Que cuando más encendida
Al dejar? ( 21 ) /// Fue amatada? ( 22 )


Tantos duques excelentes, /// Las huestes innumerables,
Tantos marqueses y condes /// Los pendones, estandartes
Y varones /// Y banderas,
Como vimos tan potentes, /// Los castillos impugnables,
Di, MUERTE, ¿dó los escondes/// Los muros y baluartes
Y traspones? /// Y barreras
Y las sus claras hazañas /// La cava honda, chapada,
Que hicieron en las guerras /// O cualquier otro reparo,
Y en las paces, /// ¿Qué aprovecha?
Cuando tú, cruda , te ensañas,/// Cuando tú vienes airada,
Con tu fuerza las aterras /// Todo lo pasas de claro
Y deshaces. (23 ) /// Con tu flecha. ( 24 )

Fin del segundo plano.



sábado, 22 de enero de 2011

MONUMENTO POÉTICO LITERARIO A NUESTROS SERES QUERIDOS: PADRES Y MADRES



La lectura de una entrada de una querida bloguera me hizo pensar sobre nuestros muertos más queridos y en la última entrada en el hospital con una salmonela durante ocho días sin valerme por mi mismo, me hizo reflexionar bajo los efectos de la medicación, más profundamente sobre lo que tenía que hacer para ensalzar y recordar a nuestros más entrañables personas y más queridos seres.

Nosotros somos protagonistas de la historia de la época. Se nos presentan en nuestra mente y en nuestra actividad. Vamos a recordar la historia de nuestros antepasados que nos sirven siempre de ejemplo. Don Rodrigo, Maestre de Santiago, vivió setenta años en medio de la pasión y los disturbios del poder. En realidad, creemos que las Coplas de Jorge Manrique han inmortalizado al poeta y al padre. Eso quiero yo para todos los seres queridos de mis lectores que tengan un monumento literario que les acerque al último episodio de la vida con confianza y fe.

El cultivo de nuestro poeta en la última centuria del Medievo fue la elegía, composición poética del género lírico, en que se lamenta la muerte de una persona, aquí el Maestre de Santiago, padre del poeta. El planto y el elogio del muerto se funden en esta clase de poemas. Y el deseo en permanecer en la memoria de las gentes originó en el siglo XV una serie de manifestaciones artísticas de diversa índole. El hombre de la última centuria del Medievo se esforzó no sólo por ganar la salvación eterna, sino también por el acicate de la fama terrenal… de alguna manera había que dejar constancia afamada del paso por la tierra. Proliferaron poetas elegíacos en honor del amigo o del familiar recién fallecido. La muerte de DON RODRIGO, padre del poeta, motivó la elegía emocionada y estremecida de Jorge Manrique. Con todos los elementos de la tradición literaria, el poeta elaboró un poema donde con dignidad se superan los tópicos desgastados en que habían caído el manoseado tema de la muerte: Danza de la muerte, Plantos, Panegíricos… Manrique meditó, todavía caliente el cuerpo de su padre, sobre el significado de la muerte; repasó la filosofía cristiana que la Edad Madia arrastraba acerca de este tema trascendente; releyó el acervo de elegías de su tiempo; aprendió sus fórmulas y recursos estilísticos. Con todo este bagaje cultural y literario levantó este original monumento poético a la memoria de Don Rodrigo. Por su significado y valor, como obra maestra española, las Coplas siguen vivas y estudiadas.
El encanto y la admiración que nos producen vienen motivadas porque los recursos expresivos no han ahogado la sinceridad del sentimiento que brotó del alma del poeta. Ha sabido mantenerse en ese difícil equilibrio de fondo y forma, de pensamiento, ritmo y sintaxis, de lo conceptual y ornamental, para dejar vibrante como única nota de fondo, el sentimiento sereno de Jorge Manrique. Este ha de ser nuestro leiv motiv para nosotros, lectores y para nuestros recuerdos paternales y maternales.

// La muerte de nuestros seres queridos: padres y madres y afines, nuestros muertos, son los que han motivado esta elegía emocionada y estremecida que nos presta nuestro gran poeta del siglo XV: JORGE MANRIQUE.

Todos hemos tenido ocasión de una larga meditación, cuando nuestros amados seres volaron de nuestro lado, como lo hizo Jorge teniendo todavía caliente el cuerpo de Don Rodrigo; sobre el significado de la muerte; repasó la filosofía cristiana que la Edad Media arrastraba acerca de este tema trascendental; fruto de lecturas de los poemas elegíacos de su tiempo de los cuales aprendió sus fórmulas y recursos estilísticos. Con todo este bagaje cultural y literario levantó este original monumento poético a la memoria de su padre, Don Rodrigo, como ahora quiero hacerlo a la memoria de nuestros padres( PODÉIS PONER SUS HONORABLES NOMBRES) empleando todo su pensar, su recuerdo, toda la religiosidad y todo el amor filial.

Nuestros seres queridos, como el padre de Jorge, se esforzaron no sólo por ganar la salvación eterna, sino también por el acicate de la fama terrenal y por la honradez y buen hacer que nos dejaron. Todos nos han dejado constancia afamada de su paso por nuestra tierra. Todos hemos heredado su buen nombre, su recuerdo, su buen hacer, su tesón y superación, sus buenos consejos y conductas, su retrato inolvidable.

Quiero que estos versos que nos regala el poeta Jorge Manrique y nos habla diciendo que él hizo más por su memoria que las gestas afamadas hiciera el Maestre por su rey y sus estados. Me considero que con estas Coplas inmortalicemos a los nuestros como Jorge inmortalizó a su padre y a él mismo, como poeta.

Esta elegía, como composición del género lírico, en que lamentamos el óbito de unas personas tan queridas por nosotros. Jorge Manrique ha sabido mantenerse en ese equilibrio de fondo y forma- no han ahogado la sinceridad de sentimiento que brotó de su alma de poeta y guerrero-, de pensamiento, ritmo y belleza constructiva, para dejar vibrante como única nota de fondo, el sentimiento sereno de nuestro gran poeta. Toda su expresión se acomoda al equilibrio conceptual formando un todo único. Nos ofrece en sus Coplas una serena meditación impregnada de un sentimiento hondo, sereno y sincero, no exento de melancolía; del paso del tiempo; la fugacidad de todas las glorias y bienes mundanos; la inestabilidad de la fortuna y la gran fuerza igualatoria de la muerte, que no respeta poderes ni riquezas. Por ende, se exaltan los bienes que resisten al paso del tiempo, la inestabilidad de la fortuna y el poder destructor de la muerte: Son las virtudes que nos abren las puertas de la eternidad, conquistada con el ejercicio de una vida cristiana ejemplar. De este modo el hombre puede desafiar al tiempo como lo hizo su padre el Maestre de Santiago, Don Rodrigo Manrique. De todo ello, se desprende que emane de la elegía ese sentimiento de serenidad acerca de la vida.

Vamos a seguir una pedagogía para entender y mejorar la visión que nos regala nuestro poeta. Veamos tres planos en toda su obra:

PRIMER PLANO:

Tiene un carácter general. El autor expresa las ideas acerca de la brevedad de la vida, fugacidad de los bienes mundanos: hermosura, juventud, riquezas, poder, inestabilidad de las cosas de este mundo: todo acaba en la muerte.
Coplas de la I a la XIII

Estas coplas primeras mantienen el tono suasorio de la lección moral que dimana de estas consideraciones filosóficas y cristianas.
El poema arranca con una copla exhortativa:

Recuerde el alma dormida,
Avive el seso y despierte
Contemplando
Cómo se pasa la vida,
Cómo se viene la muerte
Can callando,
Cuán presto se va el placer,
Cómo, después de acordado,
Da dolor;
Cómo, a nuestro parecer,
Cualquiera tiempo pasado
Fue mejor. (1)

Sigue con sus reflexivas encaminado a convencer al lector del valor de la doctrina “menosprecio del mundo” y se vale de otros tópicos de la época: tiempo, muerte, fortuna...
El tiempo es un continuo pasar:

Pues si vemos lo presente
Cómo en un punto se es ido
Y acabado,
Sojuzgamos sabiamente,
Daremos lo no venido
Por pasado.
No se engañe nadie, no,
Pensando que ha de durar
Lo que espera
Más que duró lo que vio,
Pues que todo a de pasar
Por tal manera.(2)

Como los ríos van a dar a la mar, de tal forma que empezar a vivir es empezar a pasar, en definitiva, empezar a morir.

Nuestras vidas son los ríos
Que van a dar en la mar,
Que es el morir;
Allí van los señoríos
Derechos a se acabar
De consumir;
Allí los ríos caudales,
Allí los otros medianos
Y LLEGADOS, son IGUALES
Los que VIVEN por sus manos
Y LOS RICOS. (3)

Aquí, ha expresado la indiscriminación de la muerte con los hombres; Manrique expone con sobriedad y sin violencia el poder igualatorio social de la muerte.

El poeta hace una valoración del mundo conforme a la doctrina cristiana y comienza con una invocación al mundo medieval:

Dejo las invocaciones
De los famosos poetas
Y oradores;
No curo de sus ficciones,
Que traen hierbas secretas
Sus sabores;
Aquél sólo invoco yo
De verdad,
Que en este mundo viviendo
El mundo no conoció
Su deidad. (4)


El mundo es importante sólo como camino para la morada eterna y aquí está su dignidad:


Este mundo es el camino
Para el otro, que es morada
Sin pesar;
Mas cumple tener buen tino
Para andar esta jornada
Sin errar.
Partimos cuando nacemos,
Andamos mientras vivimos
Al tiempo que fenecemos;
Y llegamos
Así que cuando morimos
Descansamos. (5)


Este mundo bueno fue
Si bien usásemos del
Como debemos,
Porque, según nuestra fe,
Es para ganar aquél
Que atendemos.
Aun aquel Hijo De Dios,
Descendió
A nacer acá entre nos,
Y a morir en este suelo
Do(nde) murió. ( 6 )

Insiste Manrique en el tópico del “menosprecio del mundo”, señalando los bienes mentirosos tras los que el hombre corre:
Ved de cuán poco valor
Son las cosas tras que andamos
Y corremos,
Que, en este mundo traidor,
Aun primero que muramos
Las perdemos:
De ellas deshace la edad,
De ellas casos desastrados
Que acaecen,
De ellas, por su calidad,
En los más altos estados
Desfallecen. ( 7 )


Hasta ahora el poema ha transcurrido por los cauces de la exposición de la concepción cristiana del mundo y de la muerte; Manrique en esta parte ha hecho una apretada síntesis de la sabiduría medieval sobre estas cuestiones. Sigue una ejemplarización también general sin individualización: la belleza y las fuerzas corporales:

Decidme: La hermosura,
La gentil frescura y tez
De la cara,
La color y la blancura,
Cuando viene la vejez,
¿Cuál se para?
Las mañas y ligereza
Y la fuerza corporal
De juventud,
Todo se torna graveza
Cuando llega al arrabal
De senectud ¿? ( 8 )

La nobleza y la honra humana y los deleites terrenales:


Pues la sangre de los godos,
Y el linaje y la nobleza
Tan crecida,
Por cuántas vías y modos
Se pierde su gran alteza
En esta vida ¡!
Unos, por poco valor,
¡Por cuán bajos y abatidos
Que los tienen!;
Otros que, por no tener,
Con oficios no debidos
Se mantienen. ( 9 )

Los estados y riqueza,
Que nos dejen a deshora
¿Quién lo duda ¿?
No les pidamos firmeza,
Pues son de una señora
Que se muda.
Que bienes son de Fortuna
Que revuelven con su rueda
Presurosa,
La cual no puede ser una
Ni estar estable ni queda
En una cosa. ( 10 )

La vida se va a priesa :

Pero digo que acompañen
Y lleguen hasta la huesa
Con su dueño:
Por eso no nos engañen,
Pues se va la vida a priesa
Como sueño;
Y los deleites de acá
Son, en que nos deleitamos,
Temporales,
Y los tormentos de allá,
Que por ellos esperamos,
Eternales. ( 11 )


La vida es la carrera que cuando nos queremos dar cuenta, no es posible frenar :

Los placeres y dulzores
De esta vida trabajada
Que tenemos,
No son sino corredores,
Y la muerte, la celada
En que caemos.
No mirando a nuestro daño,
Corremos a rienda suelta
Sin parar;
Desque vemos el engaño
Y queremos dar la vuelta,
No hay lugar. ( 12 )

Finiquita este primer plano con una recomendación cristiana :

Si fuese en nuestro poder
Hacer la cara hermosa
Corporal,
Como podemos hacer
El alma tan gloriosa,
Angelical,
¡Qué diligencia tan viva
Tuviéramos toda hora,
Y tan presta,
En componer la cautiva,
Dejándonos la señora
Descompuesta ¡! ( 13 )