sábado, 22 de enero de 2011

MONUMENTO POÉTICO LITERARIO A NUESTROS SERES QUERIDOS: PADRES Y MADRES



La lectura de una entrada de una querida bloguera me hizo pensar sobre nuestros muertos más queridos y en la última entrada en el hospital con una salmonela durante ocho días sin valerme por mi mismo, me hizo reflexionar bajo los efectos de la medicación, más profundamente sobre lo que tenía que hacer para ensalzar y recordar a nuestros más entrañables personas y más queridos seres.

Nosotros somos protagonistas de la historia de la época. Se nos presentan en nuestra mente y en nuestra actividad. Vamos a recordar la historia de nuestros antepasados que nos sirven siempre de ejemplo. Don Rodrigo, Maestre de Santiago, vivió setenta años en medio de la pasión y los disturbios del poder. En realidad, creemos que las Coplas de Jorge Manrique han inmortalizado al poeta y al padre. Eso quiero yo para todos los seres queridos de mis lectores que tengan un monumento literario que les acerque al último episodio de la vida con confianza y fe.

El cultivo de nuestro poeta en la última centuria del Medievo fue la elegía, composición poética del género lírico, en que se lamenta la muerte de una persona, aquí el Maestre de Santiago, padre del poeta. El planto y el elogio del muerto se funden en esta clase de poemas. Y el deseo en permanecer en la memoria de las gentes originó en el siglo XV una serie de manifestaciones artísticas de diversa índole. El hombre de la última centuria del Medievo se esforzó no sólo por ganar la salvación eterna, sino también por el acicate de la fama terrenal… de alguna manera había que dejar constancia afamada del paso por la tierra. Proliferaron poetas elegíacos en honor del amigo o del familiar recién fallecido. La muerte de DON RODRIGO, padre del poeta, motivó la elegía emocionada y estremecida de Jorge Manrique. Con todos los elementos de la tradición literaria, el poeta elaboró un poema donde con dignidad se superan los tópicos desgastados en que habían caído el manoseado tema de la muerte: Danza de la muerte, Plantos, Panegíricos… Manrique meditó, todavía caliente el cuerpo de su padre, sobre el significado de la muerte; repasó la filosofía cristiana que la Edad Madia arrastraba acerca de este tema trascendente; releyó el acervo de elegías de su tiempo; aprendió sus fórmulas y recursos estilísticos. Con todo este bagaje cultural y literario levantó este original monumento poético a la memoria de Don Rodrigo. Por su significado y valor, como obra maestra española, las Coplas siguen vivas y estudiadas.
El encanto y la admiración que nos producen vienen motivadas porque los recursos expresivos no han ahogado la sinceridad del sentimiento que brotó del alma del poeta. Ha sabido mantenerse en ese difícil equilibrio de fondo y forma, de pensamiento, ritmo y sintaxis, de lo conceptual y ornamental, para dejar vibrante como única nota de fondo, el sentimiento sereno de Jorge Manrique. Este ha de ser nuestro leiv motiv para nosotros, lectores y para nuestros recuerdos paternales y maternales.

// La muerte de nuestros seres queridos: padres y madres y afines, nuestros muertos, son los que han motivado esta elegía emocionada y estremecida que nos presta nuestro gran poeta del siglo XV: JORGE MANRIQUE.

Todos hemos tenido ocasión de una larga meditación, cuando nuestros amados seres volaron de nuestro lado, como lo hizo Jorge teniendo todavía caliente el cuerpo de Don Rodrigo; sobre el significado de la muerte; repasó la filosofía cristiana que la Edad Media arrastraba acerca de este tema trascendental; fruto de lecturas de los poemas elegíacos de su tiempo de los cuales aprendió sus fórmulas y recursos estilísticos. Con todo este bagaje cultural y literario levantó este original monumento poético a la memoria de su padre, Don Rodrigo, como ahora quiero hacerlo a la memoria de nuestros padres( PODÉIS PONER SUS HONORABLES NOMBRES) empleando todo su pensar, su recuerdo, toda la religiosidad y todo el amor filial.

Nuestros seres queridos, como el padre de Jorge, se esforzaron no sólo por ganar la salvación eterna, sino también por el acicate de la fama terrenal y por la honradez y buen hacer que nos dejaron. Todos nos han dejado constancia afamada de su paso por nuestra tierra. Todos hemos heredado su buen nombre, su recuerdo, su buen hacer, su tesón y superación, sus buenos consejos y conductas, su retrato inolvidable.

Quiero que estos versos que nos regala el poeta Jorge Manrique y nos habla diciendo que él hizo más por su memoria que las gestas afamadas hiciera el Maestre por su rey y sus estados. Me considero que con estas Coplas inmortalicemos a los nuestros como Jorge inmortalizó a su padre y a él mismo, como poeta.

Esta elegía, como composición del género lírico, en que lamentamos el óbito de unas personas tan queridas por nosotros. Jorge Manrique ha sabido mantenerse en ese equilibrio de fondo y forma- no han ahogado la sinceridad de sentimiento que brotó de su alma de poeta y guerrero-, de pensamiento, ritmo y belleza constructiva, para dejar vibrante como única nota de fondo, el sentimiento sereno de nuestro gran poeta. Toda su expresión se acomoda al equilibrio conceptual formando un todo único. Nos ofrece en sus Coplas una serena meditación impregnada de un sentimiento hondo, sereno y sincero, no exento de melancolía; del paso del tiempo; la fugacidad de todas las glorias y bienes mundanos; la inestabilidad de la fortuna y la gran fuerza igualatoria de la muerte, que no respeta poderes ni riquezas. Por ende, se exaltan los bienes que resisten al paso del tiempo, la inestabilidad de la fortuna y el poder destructor de la muerte: Son las virtudes que nos abren las puertas de la eternidad, conquistada con el ejercicio de una vida cristiana ejemplar. De este modo el hombre puede desafiar al tiempo como lo hizo su padre el Maestre de Santiago, Don Rodrigo Manrique. De todo ello, se desprende que emane de la elegía ese sentimiento de serenidad acerca de la vida.

Vamos a seguir una pedagogía para entender y mejorar la visión que nos regala nuestro poeta. Veamos tres planos en toda su obra:

PRIMER PLANO:

Tiene un carácter general. El autor expresa las ideas acerca de la brevedad de la vida, fugacidad de los bienes mundanos: hermosura, juventud, riquezas, poder, inestabilidad de las cosas de este mundo: todo acaba en la muerte.
Coplas de la I a la XIII

Estas coplas primeras mantienen el tono suasorio de la lección moral que dimana de estas consideraciones filosóficas y cristianas.
El poema arranca con una copla exhortativa:

Recuerde el alma dormida,
Avive el seso y despierte
Contemplando
Cómo se pasa la vida,
Cómo se viene la muerte
Can callando,
Cuán presto se va el placer,
Cómo, después de acordado,
Da dolor;
Cómo, a nuestro parecer,
Cualquiera tiempo pasado
Fue mejor. (1)

Sigue con sus reflexivas encaminado a convencer al lector del valor de la doctrina “menosprecio del mundo” y se vale de otros tópicos de la época: tiempo, muerte, fortuna...
El tiempo es un continuo pasar:

Pues si vemos lo presente
Cómo en un punto se es ido
Y acabado,
Sojuzgamos sabiamente,
Daremos lo no venido
Por pasado.
No se engañe nadie, no,
Pensando que ha de durar
Lo que espera
Más que duró lo que vio,
Pues que todo a de pasar
Por tal manera.(2)

Como los ríos van a dar a la mar, de tal forma que empezar a vivir es empezar a pasar, en definitiva, empezar a morir.

Nuestras vidas son los ríos
Que van a dar en la mar,
Que es el morir;
Allí van los señoríos
Derechos a se acabar
De consumir;
Allí los ríos caudales,
Allí los otros medianos
Y LLEGADOS, son IGUALES
Los que VIVEN por sus manos
Y LOS RICOS. (3)

Aquí, ha expresado la indiscriminación de la muerte con los hombres; Manrique expone con sobriedad y sin violencia el poder igualatorio social de la muerte.

El poeta hace una valoración del mundo conforme a la doctrina cristiana y comienza con una invocación al mundo medieval:

Dejo las invocaciones
De los famosos poetas
Y oradores;
No curo de sus ficciones,
Que traen hierbas secretas
Sus sabores;
Aquél sólo invoco yo
De verdad,
Que en este mundo viviendo
El mundo no conoció
Su deidad. (4)


El mundo es importante sólo como camino para la morada eterna y aquí está su dignidad:


Este mundo es el camino
Para el otro, que es morada
Sin pesar;
Mas cumple tener buen tino
Para andar esta jornada
Sin errar.
Partimos cuando nacemos,
Andamos mientras vivimos
Al tiempo que fenecemos;
Y llegamos
Así que cuando morimos
Descansamos. (5)


Este mundo bueno fue
Si bien usásemos del
Como debemos,
Porque, según nuestra fe,
Es para ganar aquél
Que atendemos.
Aun aquel Hijo De Dios,
Descendió
A nacer acá entre nos,
Y a morir en este suelo
Do(nde) murió. ( 6 )

Insiste Manrique en el tópico del “menosprecio del mundo”, señalando los bienes mentirosos tras los que el hombre corre:
Ved de cuán poco valor
Son las cosas tras que andamos
Y corremos,
Que, en este mundo traidor,
Aun primero que muramos
Las perdemos:
De ellas deshace la edad,
De ellas casos desastrados
Que acaecen,
De ellas, por su calidad,
En los más altos estados
Desfallecen. ( 7 )


Hasta ahora el poema ha transcurrido por los cauces de la exposición de la concepción cristiana del mundo y de la muerte; Manrique en esta parte ha hecho una apretada síntesis de la sabiduría medieval sobre estas cuestiones. Sigue una ejemplarización también general sin individualización: la belleza y las fuerzas corporales:

Decidme: La hermosura,
La gentil frescura y tez
De la cara,
La color y la blancura,
Cuando viene la vejez,
¿Cuál se para?
Las mañas y ligereza
Y la fuerza corporal
De juventud,
Todo se torna graveza
Cuando llega al arrabal
De senectud ¿? ( 8 )

La nobleza y la honra humana y los deleites terrenales:


Pues la sangre de los godos,
Y el linaje y la nobleza
Tan crecida,
Por cuántas vías y modos
Se pierde su gran alteza
En esta vida ¡!
Unos, por poco valor,
¡Por cuán bajos y abatidos
Que los tienen!;
Otros que, por no tener,
Con oficios no debidos
Se mantienen. ( 9 )

Los estados y riqueza,
Que nos dejen a deshora
¿Quién lo duda ¿?
No les pidamos firmeza,
Pues son de una señora
Que se muda.
Que bienes son de Fortuna
Que revuelven con su rueda
Presurosa,
La cual no puede ser una
Ni estar estable ni queda
En una cosa. ( 10 )

La vida se va a priesa :

Pero digo que acompañen
Y lleguen hasta la huesa
Con su dueño:
Por eso no nos engañen,
Pues se va la vida a priesa
Como sueño;
Y los deleites de acá
Son, en que nos deleitamos,
Temporales,
Y los tormentos de allá,
Que por ellos esperamos,
Eternales. ( 11 )


La vida es la carrera que cuando nos queremos dar cuenta, no es posible frenar :

Los placeres y dulzores
De esta vida trabajada
Que tenemos,
No son sino corredores,
Y la muerte, la celada
En que caemos.
No mirando a nuestro daño,
Corremos a rienda suelta
Sin parar;
Desque vemos el engaño
Y queremos dar la vuelta,
No hay lugar. ( 12 )

Finiquita este primer plano con una recomendación cristiana :

Si fuese en nuestro poder
Hacer la cara hermosa
Corporal,
Como podemos hacer
El alma tan gloriosa,
Angelical,
¡Qué diligencia tan viva
Tuviéramos toda hora,
Y tan presta,
En componer la cautiva,
Dejándonos la señora
Descompuesta ¡! ( 13 )



8 comentarios:

  1. Diádoco,mi gratitud por tu valentia y coraje al emprender este blog,que es todo un reto,amigo.
    Realmente nuestros padres y todos los clásicos españoles merecen nuestro homenaje y respeto por su labor realizada para la posteridad.Aquí estamos gracias a ellos y Dios quiera que continuemos obrando con la misma dignidad y entrega.
    El poema de Jorge Manrique es un verdadero ejemplo,que nos impulsa a vivir con humildad y consciencia,sabiendo que la muerte nos iguala a todos y más vale hacer méritos espirituales y no perdernos en vanalidades.
    Te agradezco que hayas incluido el nombre de mis padres.Mi padre aún vive en el pueblo,todos los fines de semana voy a cuidarle.El ha sido un enamorado de la naturaleza,como agricultor manchego.También le ha gustado mucho la literatura y ha leido a todos los clásicos...Ahora en su silla de ruedas recuerda a mi madre y nos espera siempre a sus hijos.
    Te dejo mi gratitud y mi felicitación por tus nuevos blogs.Mucha suerte y mi abrazo grande,amigo.
    M.Jesús

    ResponderEliminar
  2. Hola vengo a visitar su bloog me ha parecido sumamente interesante, agredesco comparta tan generosamente datos como este que nos explica a detalle el poema ú oda a la muerte de un ser querido.
    confieso que no estoy muy familiarizada con literatura de clasicos españoles, pero nunca es tarde para empesar a conocer.
    dejo mi saludo y la huella de mi visita.

    ResponderEliminar
  3. Que lindo blog tenés.gracias por visitarme. Nos seguiremos en esta maravilla de las letras un beso va para vos

    ResponderEliminar
  4. Mi querido Diádoco... Salto de mi rinconcito y entro en el maravilloso mundo de la poesía escrita y comentada... Y me siento a la altura de tu zapato... Yo amo la poesía, pero lo que realmente sé hacer es diseño gráfico con mucho amor... ¡Y eso es un mundo de fantasía donde me he encontrado con la horma de mi zapato! ¡¡¡Y ME ENANTA!!! Recuerdo que leí Las Coplas por la Muerte de Su Padre, de Jorge Manrique cuando estaba todavía en el colegio, pero aún no tenía ni la capacidad ni la sensibilidad para apreciar una obra maestra de tal magnitud... Y me parecen fantásticos los comentarios con los que vas acompañando a las diversas partes de la obra... Yo llego a su más profundo significado con la imagen, tú con el análisis literario... ¿Son caminos distintos o es el mismo que adopta dos formas diferentes?

    ¡¡¡BRAVO POR ESTA MARAVILLA DE BLOG!!! Un beso y una flor!

    ResponderEliminar
  5. Es un placer que escribas asi sobre la escritura clasica ...creo que yo tengo tantos amigos del blog y sea eso.….hoy vengo en plan de visita para agradecer
    La tuya y siempre elogiosas palabras a mi
    Trabajo poético…muchas gracias
    Te deseo un feliz fin semana con todo mi cariño
    Besos
    Marina

    ResponderEliminar
  6. hola diacono son preciosos versos tengo un libro o librito de ese poeta pero lo escucho muncho en la voz de paco ibañez lo pone muncho mi esposo y la verdad son los que mas me gustan aun el canta munchos otros parece ser este poeta donde se realizo mas fue a la muerte del padre no recuerdo muncho me parece era noble de todas maneras culto pero muy de dar el sentimiento del alma

    ResponderEliminar
  7. Precioso poema amigo, todo sentimiento y sensibilidad, te sigo.Un saludo.

    ResponderEliminar