El BARROCO es un tiempo de CRISIS
en el que, frente al optimismo renacentista, predomina la idea de la
decadencia. La visión del mundo del hombre del BARROCO está llena de
contrastes; por eso la idealización, el desengaño y el humor aparecen unidos:
la caricatura, la sátira o la burla pura se apoderan de las plumas de nuestros
más insignes escritores.
LA CONCIENCIA SOCIAL DE
CRISIS que pesa sobre los hombres en la primera mitad del XVII suscita una
visión del mundo en la que halla expresión el desorden íntimo bajo el que las
mentes de esa época se sienten anegadas. Son unos hombres tristes, los que empiezan a ser vistos sobre el suelo de
Europa, en los últimos lustros del siglo XVI y que seguirán encontrándose hasta
bien entrada la segunda mitad del siglo XVII.
En general, el siglo XVII es un
siglo de CRISIS para el hombre europeo; una serie de acontecimientos
encadenados, bajo los reinados de Felipe III,
Felipe IV y Carlos II, vino a acentuar la CRISIS ESPAÑOLA.
En el terreno político la
hegemonía española -Austrias y Habsburgos unidos- terminó por ceder el puesto
al poderío borbónico de los franceses. La Guerra de los Treinta años, que implicó a la mayoría de los estados del continente
durante varios decenios, trastocó definitivamente el orden de las hegemonías
europeas. España, en definitiva, fue la que llevó peor parte.
Los descalabros en el exterior ( usemos el caleidoscopio de
nuestros días¡¡¡)
SE AGRAVARON CON UNA
DESCOMPOSICIÓN INTERNA.
LA CRISIS ECONÓMICA, QUE
VENÍA BARRUNTÁNDOSE EN LOS REINADOS ANTERIORES, acabó por dar la CARA de forma insoslayable.
Las malas cosechas,(LA MULTITUD DE
PARO…),el abandono del campo, LOS EXCESIVOS IMPUESTOS PARA SOSTENER UNA LARGA
CONTIENDA( LA LARGA LISTA
DE POLITICOS, ADJUNTOS, ENCHUFADOS DE LA PARTITOCRACIA,
JUBILACIONES DE LOS MISMOS…), las frecuentes epidemias, la sublevación de
Portugal, la competencia extranjera en el comercio y tantas otras causas,( LOS
EMERGENTES), MOTIVARON UNA ALARMANTE CRISIS ECONÓMICA, A LA
QUE SE SUMÓ LA CRISIS SOCIAL DE LA ÉPOCA( HOY
PORQUE HAY MUCHOS SUMERGIDOS)…
El poder recaía, a veces
caprichosamente, sobre validos ineptos( ECHAD UNA VISTA A LO QUE GOBIERNA); los miembros de la alta
nobleza se debatían en alcanzar el favor real y el poderío político;( PANORAMA
DE LA PIEL DE
TORO);
la burguesía española no conseguía
los logros materiales y situaciones de los burgueses europeos, que todavía no han desbancado del
poder político a la aristocracia.(¿ QUE PASA CON LA CONSEGUIDA CLASE
MEDIA?). Repartida la tierra entre el alto clero y la nobleza,(HOY, LA PARTITOCRACIA), el
campesino (HOY, EL TRABAJADOR) vivía una situación lamentable, cuando no
inhumana.
Todos estos acontecimientos
intensificaron LA CRISIS ESPAÑOLA
con respecto al resto de Europa. (¿ NO LO ESTÁIS OYENDO A CADA HORA?).
Como el BARROCO fue espejo de una
ÉPOCA CRÍTICA Y EN CONVULSIÓN, el BARROCO ESPAÑOL detectó la situación
interior, que quedó REFLEJADA EN EL ARTE Y EN LA LITERATURA.
Este estado de cosas produjo
situaciones distintas, y aun encontradas.( IGUALITO QUE AHORA, LOS QUE LO
RECONOCEMOS Y LOS QUE LES HA COSTADO RECONOCER, SIN COMENTARIOS).
ANTE LA REALIDAD, HUBO QUIENES
TOMARON UNA ACTITUD RADICALMENTE PESIMISTA.( IDENTICAS Y PATÉTICAS DECISIONES).
QUEVEDO dejará en sus páginas(
LEÁMOSLAS) esta sensación de fracaso y ruina.
GRACIÁN denunció en sus obras la
decadencia que algunos no querían ver (¡CUÁNTO SE ACERCA A NUESTRAS ACTUALIDADES
REALES!).
Otros prefirieron dar la espalda
a la realidad y vivir en una alegre inconsciencia ( NO OS PARECE QUE LA PARTITOCRACIA
ESTADO Y COMUNIDADES SE ESPEJAN) que se mantenía del pasado
más cercano y lejano. Parece que no hay remedio en estos pagos.
El teatro de LOPE, que es la
comedia española por excelencia, triunfalista y de masas, REFLEJA ESTA FALTA DE
REALISMO. Pero a medida que avanza el siglo, el PESIMISMO va desplazando al
OPTIMISMO INJUSTIFICADO.
Pronto descubrimos a un Quevedo
reflexivo y preocupado por su época y por los problemas del hombre. Sus
convicciones le provocan una profunda
angustia vital. Su arraigado cristianismo le proporciona un punto de vista
más consolador, ya que la muerte implica
vida a su vez. Esto hace que, junto con la angustia, encontramos en sus versos
una actitud de aceptación resignada de la muerte.
Miré
los muros de la PATRIA
mía,
Si
un tiempo fuertes, ya desmoronados,
De
la carrera de la edad cansados,
Por
quien caduca ya su valentía.
Salíme
al campo: ví que el sol bebía
Los
arroyos del yelo desatados,
Y
del monte quejoso los ganados,
Que
con sombras hurtó su luz el día.
Entré
en mi casa; ví que, amancillada,
De
anciana habitación era despojos;
Mi
báculo, más corvo y menos fuerte;
Vencida
de la edad sentí mi espada.
Y
no hallé cosa en que poner los ojos
Quevedo,
Poesía Completa Imagen de Giovanni Paolo Panini El Parnaso por Nicolas POUSSIN
Bajo el PARNASO, el humor
sobresale en su producción literaria. Aunque no podemos decir que sea un
escritor exclusivamente humorístico, su ingenio se desliza en los escritos
satíricos y burlescos con inigualable destreza.
Quevedo es el máximo
representante del conceptismo literario, que busca la originalidad y el deleite del entendimiento gracias a un
lenguaje renovado.
El conceptismo intenta poner en
contacto elementos de la realidad que están alejados
entre sí. El recurso que sirve
para esta asociación es el concepto, una metáfora capaz de relacionar elementos
entre los que aparentemente no hay similitud alguna. El lector debe realizar un salto de ingenio para comprender
dicha asociación. Al conceptismo contribuyen también recursos expresivos como
comparaciones, hipérboles, antítesis, neologismos,etc.
Quevedo destaca no sólo por la
diversidad de los temas que trata, sino también por su poderosa imaginación y
por un dominio de la expresión sin igual en nuestras letras. Destaca en una
increíble capacidad de condensación, con la que expresa en pocas palabras toda
clase de reflexiones.
Y tiene tal facilidad para
transmitir en sus versos sentimientos que van desde la ira hasta el amor más
profundo.
Desarrolla los temas del tiempo, que en sus manos se
convierte en un elemento destructor que reduce la vida a un instante (“Vivir es
caminar breve jornada”).
La muerte del cuerpo es
inevitable y al nacer empezamos a morir (“antes que sepa andar el pie, se
mueve/ camino de la muerte”)
La poesía amorosa de Quevedo deriva
de la tradición del amor cortés y de la poesía petrarquista. Sin embargo, sus
versos son a menudo tan originales que convierten a su autor en una de los más
grandes poetas del amor.
Este célebre poema, que aporté ya
en el panegírico a mi hermano y en el “MONUMENTO LITERARIO A NUESTROS PADRES”
nos muestra un rasgo peculiar de la poesía amorosa del autor: la unión de los
temas del amor, el tiempo y la muerte.
Cerrar
podrá mis ojos la postrera
Sombra
que me llevare el blanco día,
Y
podrá desatar esta alma mía
Hora
a su afán ansioso lisonjera;
Mas
no, desotra parte en la ribera( de Leteo),
Dejará la
memoria, en donde ardía:
Nadar
sabe mi llama( el amor)el agua fría,
Y
perder el respeto a ley severa(ley del olvido del Leteo).
Alma
a quien todo un dios prisión ha sido,
Venas
que humor(sangre)a tanto fuego han dado,
Medulas
que han gloriosamente ardido,
Su
cuerpo dejará, no su cuidado;
Serán
ceniza, mas tendrán sentido;
Polvo
serán, mas polvo ENAMORADO.
Francisco
de Quevedo
El paso de la laguna, por Joachim
Patinar El
Quevedo no era ajeno a los modos
expresivos de su época. No sólo participó en ellos con la agudeza, con ese
concepto más que retorcido, apretado, prensado de una manera sólo suya: es
indudable que se dejó impregnar del gongorismo con una hiriente intuición
plasmando la situación de poderosas y
ágiles imágenes poéticas. Sus poemas forman un rico corpus de variadas formas
métricas y diversidad temática.
Siempre trata temas vertebrales.
Como no me debo alargar, doy pinceladas de su mano SABIA:
º Poemas filosóficos, religiosos
y morales.- Expresa con gran inquietud y angustia nuestra existencia. Le
obsesiona la muerte:
“¿Cómo
puede morir de repente quien dende que nace ve que va corriendo por la vida y
lleva consigo la muerte?¿Qué otra cosa veis en el mundo sino entierros,
muertos, sepulturas?( Quevedo, Sueño del infierno)
Además, esta conciencia de la
muerte es tema barroco por excelencia. La vida como camino, paso hacia la
muerte, es uno de sus motivos favoritos:
Vivir
es caminar breve jornada
Y
muerte viva es, Lico, nuestra vida,
Ayer
al frágil cuerpo amanecida,
Cada
instante en el cuerpo sepultada.
Nada
que, siendo, es poco, y será nada,
En
poco tiempo, que ambiciosa olvida;
Pues,
de la vanidad mal persuadida,
Anhela
duración, tierra animada…
Quevedo, que está en la posición
del neoestoicismo cristiano y barroco, y que está empapado de las doctrinas de
Séneca, acepta con resignación la hora. (Recomiendo su ANTOLOGÏA)
º Los poemas religiosos forman
una página antológica de la poesía de
los SIGLOS DE ORO, comparable a las Rimas sacras de Lope de Vega.
¡Cuán fuera voy, Señor, de tu rebaño,
Llevado
del antojo y gusto mío!
¡Llévame
mi esperanza al tiempo frío,
Y
a mí con ella un disfrazado engaño!
Un
año se me va tras otro año,
Y
yo más duro y pertinaz porfío,
Por
mostrarme más verde mi albedrío
La
torcida raíz do está mi daño.
Llámasme,
gran Señor; nunca respondo.
Sin
duda mi respuesta solo aguardas,
Pues
tanto mi remedio solicitas.
Mas,¡ay!,
que sólo temo en mar tan hondo,
Que
lo que en castigarme agora aguardas,
Con
doblar los castigos lo desquitas.
(Nos
refleja una crisis religiosa)
º Los poemas morales reflejan las
preocupaciones del moralista que fue Quevedo. Se trata de una literatura de
denuncia de los vicios de la sociedad de su época, dura crítica, corrosiva a
veces; su desengaño y pesimismo ante la situación de España, arrancan al poeta
tonos melancólicos y la insistente lamentación por la pérdida de las
viejas virtudes castellanas. Corren por
nuestra lírica del XVII estos aires de desilusión nacional.
Un
godo, que una cueva en la montaña
Guardó,
pudo cobrar las dos Castillas;
Del
Betis y Genil las dos orillas,
Los
herederos de tan grande hazaña.
A
Navarra te dio justicia y maña;
Y
un casamiento, en Aragón, las sillas
Con
que a Sicilia y Nápoles humillas,
Y
a quien Milán espléndida acompaña.
Muerte
infeliz en Portugal arbola
Tus
castillos. Colón pasó los godos
Al
ignorado cerco de esta bola.
Y
es más fácil,¡OH ESPAÑA!, en muchos modos,
Que
lo que a todos les quitaste sola
Te
puedan a ti sola quitar todos.
(Quevedo, Advertencia
a España de que ansí como se ha hecho señora de muchos, ansí será de tantos
enemigos envidiada y perseguida, y necesita de continua prevención por esa
causa).
También en su célebre “Epístola
satírica y censoria” contra las costumbres presentes de los castellanos,
dirigida al Conde-Duque en 1625, está en esa línea de denuncia.
Ante tanta destrucción y tal
situación, el poeta barroco, a pesar de la atracción que para él tiene la vida
cortesana y el quehacer político, reconoce el acierto de los que hn escogido la
vida retirada, el “beatus ille” de fray Luis, o también, ya cansado y abatido,
se refugien la soledad de su Torre de Juan Abad:
Dichoso
tú, que, alegre en tu cabaña,
Mozo
y viejo espiraste la aura pura,
Y
te sirven de cuna y sepultura
De
paja el techo, el suelo de espadaña.
En
esa soledad, que, libre, baña
Callado
sol con lumbre más segura,
La vida al día más espacio dura,
Y
la hora, sin voz, te desengaña.
No
cuentas por los cónsules los años;
Hacen
tu calendario tus cosechas;
Pisas
todo tu mundo sin engaños.
De
todo lo que ignoras te aprovechas;
Ni
anhelas premios, ni padeces daños,
Y
te dilatas cuanto más te estrechas.
º Poemas amorosos. Quevedo es uno
de los más grandes poetas amorosos de todos los tiempos. Es un hombre entero
que , como tal, puede pensar y sentir el amor, cargarse de la ideas de esta
pasión como de un fluido de tal intensidad que pueden saltar chispas. Son
magníficas las luminarias que nos ha dejado. En sus composiciones eróticas nos
ha dejado perlas brillantes. Va recogiendo lo más señalado y distinguido de sus
predecesores. Su filosofía del amor está en la línea platónica; el poeta
enamorado nunca aspira a poseer a la amada, incluso llegará a defender que el
amor no debe buscar la posesión. El amor de Quevedo por Lisi se mantuvo siempre
en un nivel de pureza; es decir, cuando su poesía es reflejo sentido de su
propio amor.
Quevedo cuando pretende
satirizar, entonces tiene cabida en su obra una amplia gama del tema erótico.
Ahora nos ocuparemos de su concepción del amor como sentimiento total,
absorbente y purificador expresada en su lírica.
En estos versos amorosos, se
muestra sumamente original a pesar de manejar los tópicos al uso que se vienen
repitiendo durante muchos años anteriores.
Que
vos me permitáis solo pretendo,
Y
saber ser cortés y ser amante;
Esquivo
los deseos, y constante,
Sin
pretensión, a solo amar atiendo.
Ni
con intento de gozar ofendo
Las
deidades del garbo y del semblante;
No
fuera lo que vi causa bastante,
Si
no se le añadiera lo que entiendo.
Llamáronme
los ojos las facciones;
Prendiéronlos
eternas jerarquías
De
virtudes y heroicas perfecciones.
No
verán de mi amor el fin los días:
La
eternidad ofrece sus blasones
A
la pureza de las ansias mías.
(Quevedo, Que como
su amor no fue sólo de las partes exteriores,
que
son mortales, ansí también no lo será su amor)
Quevedo no deja de mezclar en su
poesía amorosa: Amor y Muerte. Nunca prescinde de sus obsesivas ideas. Y esta
mezcla de amor y muerte, mejor dicho, de cómo el amor puede llegar a ser
inmortal. Es novedoso e imprevisible, nuestro querido Francisco de Quevedo. Ya
antes hemos puesto el ejemplo de “POLVO SERÁN, MAS POLVO ENAMORADO”.
El paso de la Maguana Estigia por Joachim
Patinir
º Poemas satíricos y burlescos.
Quevedo ofrece en estos poemas un panorama, con marcados tonos burlescos y
satíricos, de la sociedad de la época; todo ello nos lleva considerar que el
conceptismo derivó hacia la sátira. Quevedo y gracián, los dos autores más
destacados e ingeniosos de esta tendencia, sobresalieron en el culto del
humorismo. En esta línea, la exageración barroca consiguió caricaturas
deformadoras de la realidad, donde destacan los tonos crudos y descarnados. Y esta
caricatura burlesca la desarrolló Quevedo tanto en su prosa como en sus versos:
el Dómine Cabra de su BUSCÖN, las galerías de personajes representantes de la
clase media tan zaherida por el escritor, pueblan sus SUEÑOS y DISCURSOS, y La
hora de todos y La Fortuna
con seso.
En sus poemas burlescos el autor
se ensañó, sacando a relucir su ingenio y virtuosismo, con las “dueñas”, las
viejas presumidas, los maridos burlados, los médicos, los boticarios, los
venteros…; al tiempo que denuncia, en otras composiciones, el poder del dinero
o las veleidades de una mujer…Con frecuencia empleó el octosílabo y las
estrofas propias de este metro( redondilla, romances, quintillas…) como formas
métricas más propias, por su ligereza para el humorismo y la burla satírica.
Pues
amarga la verdad,
Quiero
echarla de la boca;
Y
si a l’alma su hiel toca,
Esconderla
es necedad.
Sépase,
pues libertad
Ha
engendrado en mi pereza
La
pobreza.
¿Quién
hace al tuerto galán
Y
prudente al sin consejo?
¿Quién
al avariento viejo
Le
sirve de río de Jordán?
¿Quién
hace de piedras pan,
Sin
ser el Dios verdadero?
El
dinero.
¿Quién
con su fiereza espanta
El
cetro y corona al rey’
¿Quién,
careciendo de ley,
Merece
nombre de santa?
¿Quién
con la humildad levanta
Alos
cielos la cabeza?
La
pobreza.
¿Quién
los jueces con pasión,
Sin
ser ungüento, hace humanos,
Pues
untándolos las manos
Los
ablanda el corazón?
¿Quién
gasta su opilación
Con
oro y no con acero?
El
dinero.
¿Quién
procura que se aleje
Del
suelo la gloria vana?
¿Quién,
siendo toda cristiana,
Tiene
la cara de hereje?
¿Quién
hace que el hombre aqueje
El
desprecio y la tristeza?
La
pobreza.
¿Quién
la montaña derriba
Al
valle; la hermosa al feo?
¿Quién
podrá cuanto el deseo,
Aunque
imposible, conciba?
¿Y
quién lo de abajo arriba
Vuelve
en el mundo ligero?
El
dinero.
…
(Letrilla satírica , La pobreza. El dinero)
CONOCEDOR, AMANTE DEL IDIOMA,
JUEGA CON LAS PALABRAS COMO UN TRAMPOSO CON SUS CUBILETES, REFRESCA SU SENTIDO
Y SE SUMERGE EN LAS PROFUNDIDADES DE SU TESORO VERBAL Y VUELVE UNA Y OTRA VEZ
CON DESBORDANTES RIQUEZAS DE MATICES Y BRILLANTES ACIERTOS. SU LENGUAJE VA A
HACERNOS VER CÓMO CALA EN EL ALMA DE LOS SERES HUMANOS. SU LENGUAJE GOZA DE UNA INESPERADA ACTUALIDAD.
En el siguiente Soneto se nos
presenta despojado de la hojarasca retórica de otras veces, tan abundante en
sus composiciones satíricas o en las amorosas. No faltan aquí los rasgos
conceptistas, como ese escuchar con los ojos o ese hablar despiertos al sueño
de la vida, pero no desfiguran sino que potencian la humanidad desolada de
Retirado,
en la paz de estos desiertos,
Con
pocos, pero doctos libros juntos,
Vivo
en conversación con los difuntos
Y
escucho con mis ojos a los muertos.
Si
no siempre entendidos, siempre abiertos,
O
enmiendan, o fecundan mis asuntos;
Y
en músicos callados contrapuntos,
Al sueño de la vida hablan despiertos.
Las
grandes almas que la muerte ausenta,
De
injurias de los años, vengadora,
Libra, ¡oh gran Iosef!, docta la
emprenta.
En
fuga irrevocable huye la hora;
Pero
aquella al mejor cálculo cuenta
Que
en la lección y estudios nos mejora.
(Quevedo,
“Desde la torre”)
Ningún período de la Historia ha mantenido tan
vivo interés por la fugacidad de la vida, por el paso del tiempo. Quevedo todo
ello lo magnifica.
En este soneto aparece, como
telón de fondo, la dedicación del poeta a sus libros, pues él fue lector
voracísimo e incansable. Desde la Torre, acompañados de
algunos de sus libros, se entrega al diálogo con los autores pretéritos, que
nos siguen hablando a través de sus escritos.
Con ello, lo importante, viene a
decirnos, es tenerlos siempre abiertos, y nuestra mente siempre abierta para
comprenderlos, aunque esta comprensión no siempre pueda producirse por la
posible complejidad de su mensaje o de su lenguaje. Así, los libros nos
desengañan o nos contradicen pues, si la vida es sueño , como diría Calderón,
los libros “despiertos”; puesto que están ya más allá de la muerte sus autores,
nos siguen advirtiendo de la vanidad y fugacidad de esta vida que es solamente,
para el hombre barroco, contrarreformista y católico que es Quevedo, “ sueño de
la vida”.
El primer terceto enfila ya la
conclusión de este soneto dedicado a los LIBROS y A SUS AUTORES: la imprenta resulta elogiada
porque es capaz de rescatar de las “injurias de los años” a aquellas “grandes
almas que la muerte ausenta”. Pero es sobre todo en el último terceto donde el
tema esencial del Barroco, y que ha actuado como trasfondo de todo el soneto, salta a primer plano,
explícitamente enunciado: “En fuga irrevocable huye la hora”. Por eso, en
conclusión del humanista y estudioso Quevedo,
y por las razones ya dichas, las mejores horas, de estas que huyen
irrevocables, SON AQUELLAS DEDICADAS A LA LECTURA Y AL ESTUDIO.
ª Poesía burlesca y satírica. Un
ejemplo conocido: Tras el enfoque
humorístico de la realidad suele esconderse un profundo pesimismo,
suavizado mediante la burla:
A UN HOMBRE DE GRAN NARIZ
Érase
un hombre a una nariz pegado,
Érase
una nariz superlativa,
Érase
una alquitara medio viva,
Érase
un peje espada mal barbado;
Era
un reloj de sol mal encarado,
Érase
un elefante boca arriba,
Érase
una nariz sayón y escriba,
Un
Ovidio Nasón mal narigudo.
Érase el espolón de una galera,
Érase
una pirámide de Egipto,
Las
doce tribus de narices era;
Érase
un naricísimo infinito,
Frisón
archinariz, caratulera,
Sabañón
garrafal, morado y frito.
Francisco de
Quevedo
La primavera de Giussppe
Arcimboldo
¿CÓMO ABORDA EL TEMA AMOROSO? EN
ESTE SONETO ADOPTA UNA PERSPECTIVA SIMILAR A LA
DE OTROS POETAS COMO LOPE DE VEGA, AUTOR DE
UNA COMPOSICIÓN SEMEJANTE A LA DE QUEVEDO EN
CUANTO AL TEMA Y LA FORMA POÉTICA.
SONETO
AMOROSO DEFINIENDO EL AMOR
Es
hielo abrasador, es fuego helado,
Es
herida que duele y no se siente,
Es
un soñado bien, un mal presente;
Es
un breve descanso muy cansado.
Es
un descuido que nos da cuidado,
Un
cobarde, con nombre de valiente,
Un
andar solitario entre la gente,
Un
amar solamente ser amado.
Es
una libertad encarcelada,
Que
dura hasta el postrero parasismo;(agonía)
Enfermedad
que crece si es curada.
Ésta
es el niño Amor, éste es su abismo.( pofundidad grande)
¡
Mirad cuál amistad tendrá con nada
El
que en todo es contrario de sí mismo!
Francisco de Quevedo
Imagen de LAVENUS del Espejo, por
Diego de Silva y Velásquez
Sobreabundan los sustantivos que
actúan como atributos de AMOR.